sábado, 30 de septiembre de 2017

KLIMT02 ---> Liana Pattihis, miembro del jurado Joya 2017 entrevistada por Klimt02



Liana Pattihis
forma parte de los miembros del jurado de JOYA 2017 (9ª Edición)
que se celebrará en el Arts Santa Monica del 5 al 7 de octubre


.
"Cuando estoy creando, 
me esfuerzo por hacer piezas que son agradables a mi ojo 
y que hablan a mi corazón.
 Creo que mi percepción será similar al juzgar ..."


¿Qué aspecto de su proceso creativo cree que es más importante y por qué?
Para mí el aspecto más importante es lo impredecible, el elemento de sorpresa. La versatilidad del esmalte como material es lo que da a cada pieza que creo su propia identidad única y una sensación orgánica que no puede reproducirse ni reproducirse.

¿Cómo ha influenciado su carrera en la  joyería tras haber resultado ganadora de JOYA 2016 ?
Siempre es gratificante tener un trabajo apreciado y recompensado, especialmente por una feria establecida y reconocida como Joya. El evento creado una plataforma para que mi trabajo se exponga en una escala mucho más amplia y me ha concedido la oportunidad de continuar mi viaje creativo con más confianza. Durante Joya 2012, Ursula Newman, curadora del MAD Museum en Nueva York, fue invitada por el comité organizador para hablar en la conferencia y su visita posterior a la feria dio lugar a que una de mis piezas formara parte de la colección permanente del museo.

¿Existe algún aspecto en particular en el que te concentrarás mientras eres  jurado de JOYA Barcelona?
Tengo curiosidad por ver la motivación y la historia detrás de cada pieza y la forma en que el artista es capaz de traducirlo con éxito en su pieza de joyería contemporánea.

¿Cómo difiere la percepción de la creación de trabajar en el campo de la joyería a formar parte de un jurado?
Cuando estoy creando, me esfuerzo por hacer piezas que son agradables a mi ojo y que hablan a mi corazón. Creo que mi percepción será similar al juzgar.

¿Cuáles son las principales aspectos que atraen a la gente al asistir a la escena JOYA de este año?
Para conocer e interactuar con un grupo diverso, original e imaginativo de artistas, con trabajo increíble que encontrar.

JOYA ha promovido artistas bajo una selección de los mejores representantes del campo de la joyería de arte, ¿qué crees que se necesita para ser el mejor?
Reconociendo que cuando uno alcanza una meta, eso no significa el fin sino el comienzo de algo emocionante y nuevo para perseguir y así sucesivamente.


Liana Pattihis. Collar: Collar de instalación 'Patterns adaptados' 01, 2011.
Plata, esmalte. 64 - 203 cm de largo.
Colección Privada, Museo de Arte y Diseño (MAD), Nueva York

miércoles, 20 de septiembre de 2017

AJF --->Sobre el ser joven, o la crítica y la academia del siglo XXI



Sobre el ser joven, o la crítica y la academia del siglo XXI
Critica N°2
 Por Clare Finin

Como parte de una nueva alianza con KLIMT02, este artículo ha sido publicado en su sitio web bajo la etiqueta 'the AJF feed'. Tres artículos más sobre el tema de la criticidad están siendo publicados este verano bajo este paraguas de colaboraciones (el primero, de Moyra Elliott, ya está publicado).

—Benjamin Lignel


En ¿Qué es una buena revisión crítica? (ver What Is a Good Critical Review?), el editor de AJF, Benjamin Lignel, hizo recientemente una serie de preguntas a los lectores de AJF y a la amplia comunidad artesanal. Impulsado aparentemente por la retroalimentación negativa de las revisiones recientes, Lignel hace a los lectores y miembros de la comunidad algunas preguntas básicas, tales como "¿Qué piensas que es ser crítico?" "¿Para quién son útiles las críticas? ¿Cuáles son mis deberes como crítico? Y “¿Cuáles son tus deberes como lector? "Considerando estas preguntas, me distrajo el tema de la actitud del mundo del arte post-moderno hacia la crítica y los críticos así como las complicaciones adicionales que a menudo se presentan en las críticas de artesanía y joyería.

Actualmente soy candidata al MFA en Estudio de artes del metal con concentración en Historia del Arte en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Soy muy consciente de que mi posición es privilegiada; se me permite hacer mi trabajo con poca consideración por el mercado, y existir en una burbuja académica de críticas, revisiones y un diálogo constante sobre mis intereses. La academia (en su mayor parte) es sobre ser crítico, sobre  ser capaz de articular una sana desconfianza por lo que se presenta como conocimiento o verdades absolutas. La academia me ha enseñado no sólo buscar, sino a desafiar conexiones y me obliga a aprender a articular mis opiniones. Estoy acostumbrada a este proceso de crítica constante, y lo considero normal y productivo.

La criticidad puede ser valiosa tanto para el artista como para el crítico y la audiencia general. Para el creador, la oportunidad de tener una opinión externa es invaluable. El hecho de que alguien tome tiempo para observar tu trabajo, pensar en tu trabajo y darte retroalimentación es un honor; incluso si las palabras pronunciadas o escritas son molestas, otra persona tomó el tiempo en darte esas palabras. Para el público, el testimonio o crítica de un tercero permite una manera emocionalmente segura (generalmente) de considerar la contextualización histórica / contemporánea / filosófica / poética / social presentada por el crítico, lectura que quizás que no habría sido considerada de otra manera. Escuchar a otra persona como un crítico obliga al espectador a considerar su opinión propia, bien sea de acuerdo o en desacuerdo. Para el crítico, la crítica de otros es un ejercicio en esta retórica; estar en una posición de juicio de la obra de otros te mantiene atento. Pero aquí es donde comienzo a tener mayores preocupaciones sobre las raíces de los problemas de "ser crítico" presentado por AJF.

En este mundo del arte post-moderno, tomar una postura crítica es a menudo ideológicamente problemático desde el inicio. Se nos enseña que en esta época ya no hay verdades absolutas, que todo es subjetivo y relativo, proveniente de lentes exclusivamente personales. Todavía podemos intentar ofrecer contextos o nuestras opiniones personales, pero la idea modernista del crítico como autoridad absoluta es desde hace mucho tiempo una noción superada. Esto ha permitido que los que están siendo revisados (o sus amigos y admiradores) respondan con gritos de "simplemente no entienden" o "no están en posición de juzgar". Entonces, ¿Debemos descartar lo valioso de la crítica por afán de deshacernos de las cosas poco útiles asociadas a ella? 

Prefiero sugerir que la represión del crítico no debe ser vista como una excusa para dejar de practicar las revisiones críticas, sino que éstas deben celebrarse como una especie de nivelación del campo de acción del artista, el crítico y la audiencia. Hay evidencia de esta nivelación en el hecho de que Benjamin Lignel está buscando opinión pública abordando el tema de la criticidad. En lugar de usar nuestras relativamente nuevas voces autorizadas para criticar a AJF y la obra que ellos llaman "joyas" (esto en relación al comentario de Nanz Aalund sobre la serie de preguntas de Lignel) debemos celebrar el hecho de que somos capaces y bienvenidos para ser escuchados; que como una comunidad con una amplia gama de antecedentes, estilos y opiniones, tenemos la oportunidad de dar forma a nuestro propio campo.

Mientras apoyo la criticidad general y la práctica de las revisiones críticas, me pregunto acerca de los métodos utilizados en relación a la artesanía y la joyería en particular. En mi experiencia, la mayoría de las revisiones de artesanía y joyería son similares en formato a las críticas de pinturas o escultura. En exposiciones, objetos y joyas se presentan comúnmente en pedestales limpios o colgados en paredes blancas; ellos están fuera del cuerpo y del alcance de las personas, siendo presentados como objetos de arte. Los críticos pueden observar las piezas y analizar el espacio que ocupan, su forma, leer su patrón de superficie y decoración, pero rara vez éstas pueden tocarse, colocarse encima del cuerpo, sentir su peso en el pecho o cómo las manos encapsulan una pieza, e incluso más raramente se comenta en revisiones cómo ese objeto o joya interactuó con el cuerpo. No importa cuán teórico sea un objeto, o cuán "arte" es una joya, éstas están por definición inextricablemente ligadas al cuerpo. Entonces, ¿De dónde proviene esta inclinación por ignorar el cuerpo? ¿Por qué somos más aptos para hablar sobre cómo el trabajo interactuó con un espacio de exposición en lugar de cómo el trabajo interactuó con nuestros cuerpos y los de otros a través del acto de ser portado?

Las respuestas al artículo de Benjamin Lignel fueron variadas. De particular interés para mí fue el comentario de Nanz Aalund  citado a continuación:

"... esta tendencia adoptada por esta organización y el sistema universitario en Estados Unidos ha fallado al oficio de la joyería al forzar la estética del arte moderno en un campo que tiene su propia historia, movimientos, metodologías, significado y utilidad".

Tal vez sea porque soy joven, o porque comencé mi entrenamiento después de que el posmodernismo convirtiera el mundo del arte en una broma o porque no he sabido nada más que el "sistema de educación artística en bancarrota" descrito por Aalund, pero no necesariamente veo un problema con la "estética del arte moderno" y los campos de la artesanía y la joyería colisionando. De hecho, creo que es emocionante que finalmente las barreras entre las "artes" y las "artesanías" se disuelvan lentamente. Después de más de cien años de dolores de cabeza por parte de artesanos que quieren legitimación como artistas, finalmente lo tienen y ese hecho debe ser celebrado. Pero Aaland acierta en el hecho de que nosotros, como campo, tenemos nuestra propia historia, metodologías, movimientos y significados particulares. Como campo, nuestro reto ahora es cómo podemos equilibrar nuestra historia y metodología alternativa heredada con la de un mundo artístico más grande.


Este desafío es abrumador, con una gran variedad de posibles respuestas. Personalmente, creo que un compromiso con la criticidad nos ayudará a atravesar este período de transición. Y no sólo criticar unos a otros utilizando la historia y las metodologías de nuestro propio campo, sino también llegar y recibir retroalimentación de aquellos en diferentes campos, educándonos en su historia y metodologías. La criticidad y las críticas no son nuestros enemigos sino nuestra oportunidad de crecer, de ser desafiados y de desafiar a otros.


Clare Finin es creadora, investigadora, educadora y escritora que vive actualmente en Champaign, Illinois. Su trabajo y práctica de investigación se centra en los objetos, la memoria y el sentimentalismo. Finin recibió su BFA en Metalsmithing + Jewelry mención en Historia del Arte de la Escuela de Arte de Maine y ahora está completando su MFA en Metal mención Historia del Arte de la Universidad de Illinois en Urbana-


Traducción: H.N