sábado, 7 de diciembre de 2019

ELEMENTUM JOYA --- > 11+2 Orfebrería y naturaleza por Josefina Núñez



11+2 Orfebrería y naturaleza
Josefina Núñez



Desde el sábado 2 de noviembre hasta el 20 de diciembre, en la sala G-12 del Centro de Arte Los Galpones, se está presentando la muestra 11+2 Orfebrería y naturaleza, una exposición que reúne once orfebres y dos ilustradores científicos, gracias a una producción de Espacio Monitor y Galería de Arte Múltiple.
La naturaleza como fuente inagotable de formas es el tema en el que coinciden en esta selección, Flor Areinamo, Ana Mercedes Carvallo, María Angélica Casanova, Ernesto Guevara, Josefina Núñez, Mary Peña, Teresa Sansón, Mercedes Sergheiev, Lourdes Silva, Yolanda Sucre, Rafier Vera, Astolfo Mata y Mercedes Madriz. El conjunto de trabajos que se exhibe proporciona un muestreo del lenguaje y el quehacer de la joya artística, así como el de la ilustración científica en nuestro país.
No es casual que a comienzos del siglo XX, las vanguardias abriesen las puertas al oficio de la orfebrería y a la joya como su objeto, convirtiéndola en un medio expresivo con lenguaje propio. Estas involuntarias condiciones creadas por Calder (un ingeniero industrial) y la Bauhaus, desafiaron el hasta entonces milenario lugar de la joya como objeto precioso, con su función ornamental y su prestigio social.
La resonancia de este giro cobró y sigue produciendo eco y manifestaciones particulares en Europa y Estados Unidos. A partir de los sesenta, la joya se aprecia y comprende como otra disciplina de las artes visuales, aunque todavía se trate por separado y no en los mismos contextos de estudio y expositivos. Reconectada a la historia de las artes plásticas, la joya recobra, progresivamente, la tarea tan arcaica como mítica de colocar sobre el cuerpo fragmentos simbólicos, ideas y signos. De qué y cómo nos hablan, corresponde a una función, ligada desde siempre, al sentido del arte en la vida.
A escala portable, el objeto-joya en la contemporaneidad, parece tener allanado el sendero para tratar los conceptos que quiera, pero quizás el más difícil y relevante, es el de convertirse en vehículo de imágenes. Tiene a su disposición los viejos temas universales que, replanteados bajo la mirada del presente, generan pensamiento, reflexión, belleza. Y le toca hacerlo, no solo congraciándose con su carga decorativa, sino en tiempos de «efectos especiales y noticias virales» en los que a menudo pasa desapercibida la vieja facultad de revelación que el arte puede darnos. Imágenes que conmocionan y encantan sin por qué, y sin por qué nos consuelan y acompañan. Es a esa condición poética de la imagen a la que aspira la orfebrería como lo hacen la escritura, la actuación, la música.
En relación a la forma y la materia, hoy la joya artística echa mano de recursos artesanales, industriales, interdisciplinarios. Múltiples e inusitados materiales recrean nuevos procedimientos que incorporan impensables atributos discursivos y semánticos, tal como lo hiciera el collage, el ensamblaje, la instalación en su momento, con respecto a la pintura y la escultura. La joya artística evoca, devela y recrea la propia plástica humana al ir entre nosotros en silencioso diálogo. Las reunidas en esta exhibición cuentan historias individuales, por tanto, historias compartidas.
Igualmente revelador es el oficio de ilustrador cientifico. Amanuense de lo vivo, de la bio, atiende con sutil cuidado al retrato inquieto, siempre cambiante de la naturaleza. El título bajo el cual puede presentarse una colección o un albúm de dibujos, quizá enuncie: Flora y fauna. Entonces el prejuicio nos puede hacer creer que aquello que tenemos ante los ojos, lo tenemos visto y sabido.
No obstante, es en la transparencia de las escamas del pez o en la leve vibración de las plumas del lorito, donde se asoma la huidiza existencia que el dibujante ha de fijar vivazmente. Fijar vivazmente en un gesto sobre el papel, en una postura desde la cual es lo dibujado, ese «otro», quien nos devuelve la mirada.
La siguiente es una lección que puede acompañarnos y no solo a salas de exposiciones. «Cuanto vemos en la vida normal sufre en mayor o menor medida la deformación inducida por los hábitos adquiridos (…) por la inundación de imágenes ya hechas, que vienen a constituir, en el ámbito de la visión, lo mismo que los prejuicios en el de la inteligencia. El esfuerzo necesario para desprenderse de ellas exige una especie de coraje, indispensable en el artista, que tiene que ver las cosas como si lo hiciera por primera vez: hay que ver toda la vida como en la infancia. La pérdida de esta posibilidad priva de la de expresarse de una manera original, es decir, personal»¹. Este ejercicio abarca, sin duda, al espectador, parte indispensable en la realización de la mirada que tenemos del mundo.
11+2 Orfebrería y naturaleza constituye entonces una breve ocasión de asomarnos a una fuente de imágenes y sorprendernos de lo que puede aparecer.
¹ Henri Matisse, Régine Pernoud, 1953, Écrits et propos sur l’art, p. 321.


 Ernesto Guevara. 
Anillo.
Plata y acrílico

Ana Mercedes Carvallo.  
Broche. 
Esmalte sobre malla de acero

Yolanda Sucre. 
Collar.  
Plata y postales antiguas
Fuente. PRODAVINCI

domingo, 9 de junio de 2019

ELEMENTUM JOYA---> Flor Areinamo: mar, búsqueda y encuentro


Mar, búsqueda y encuentro.

Perlas, piedras, semillas, corales , maderas de barcas artesanales entre otros elementos encontrados , definen el trabajo de Flor Areinamo

Las piezas reflejan su personalidad : sencillas, fuertes y expresivas

Desde sus inicios se sintió atraída por el arte: Soto, Gego, Obregon son algunos artistas que menciona entre sus influencias

Conversamos con flor en su casa estudio en vísperas de su última serie titulada Células Gegonianas, la cual esta conformada por 70 piezas aproximadamente


Elementum Joya: ¿En qué momento decidiste que era joyería lo que querías hacer? 
Flor Areinamo: Luego de experimentar con el esmalte sobre metal, entendí que era la joyería lo que me gustaba y en lo que quería trabajar. Eso me llevó a ver clases con un joyero colombiano que tenía un negocio en el centro. Acá en Caracas se aglutinaban muchas personas de distintas nacionalidades y orígenes: colombianos, peruanos, judíos… todos dentro del mundo de la joyería. Llegué a esos espacios por el boca a boca ya que en aquella época no existían escuelas como hoy en día.


EJ: ¿Qué inspira tu mundo reflexivo y quehacer práctico? 
FA:Me gusta crear nuevas formas con materiales que encuentro. A veces cuando voy a un lugar lleno de materiales, como por ejemplo una ferretería, me llegan algunas ideas. En la playa también me inspiro muchísimo ya que generalmente me conecto con los lugares en los que estoy a través de actos sencillos como caminar viendo lo que me rodea. Entonces ¿Qué es lo que te queda? Hay materiales como el cobre, la plata, el oro que ayudan, que sirven para volver a darle vida a un objeto encontrado y de esa forma ennoblecerlo.

Colección Africana, 2010
Hueso e hilo de oro

Pulsera de la colección Nativa. 2013
Nylon e hilo de plata

EJ: ¿Cómo aparece tu inclinación o fascinación por el arte africano? 
Flor Areinamo: Las piezas de arte africano son manifestaciones muy sentidas, hermosas y con fuerza. A mí siempre me ha parecido que el arte africano es un buen punto de partida para estudiar joyería. ¿Por qué? Porque para mí la joyería es un atavío corporal que tiene una importancia expresiva muy fuerte. Si tú te pones un collar, tú representas ese collar. Eso es ancestral y se produce tanto en hombres como en mujeres. Desde la prehistoria estamos portando los huesos y la piel de los animales, dándole poderes y eso poco a poco fue decantando hasta convertirse en las joyas de la realeza, en la moda, etc. La pieza siempre es importante, tiene un poder, tiene un estatus, forma parte de la cultura.

EJ: Entonces, ¿para ti la joya es un objeto de estatus? 
Flor Areinamo: Para mí la joya es un objeto que representa a un individuo. Es algo que nunca va a dejar de ser y que está internalizada en cada uno de nosotros. Todos tenemos un par de zarcillos, collares, anillos... Pero los tiempos cambian, los materiales cambian y eso hay que tenerlo siempre presente.

Colección Tallas 2018
Madera y Plata

Colección Tallas 2018
Madera y Plata


EJ: ¿Se puede teorizar sobre la obra personal o sólo se reflexiona? 
Flor Areinamo:Ambas cosas son posibles. Puedes teorizar y reflexionar sobre tu obra, también pueden hacerlo otras personas y así se avanza, se evoluciona. Recuerdo especialmente un texto de Josefina Manrique sobre mi trabajo. Yo no hago lo mismo que hice en un inicio, he cambiado de materiales, he transformando mis piezas. Lo que hacía no es igual a lo que hago. 

EJ:  ¿Qué material te gustaría explorar? 
Flor Areinamo:Siempre me ha atraído la resina pero aún no he experimentado con ella. He trabajado con semillas de todo tipo, maderas, suelas de zapato y un sinfín de materiales. También he hecho muchas cosas, hasta sandalias. Además, recuerdo que me gustaba pintar murales, es decir, todo lo que tiene una relación con el arte y el hacer. 

Brazaletes
Zapatos de fútbol 

EJ: De todas esas exploraciones con distintos materiales, ¿Con cuál has tenido un momento eureka? 
Flor Areinamo: Con la madera de peñero y el coral negro que consigo en Punta Arenas, una playa en la Isla Margarita. Este material lo encuentro en una época específica del año que va desde Octubre hasta Diciembre. El mar lo trae a la costa y lo consigues en las dunas de arena. Yo considero que algunos materiales no deben ser extraídos a la fuerza de su entorno… Con las perlas también tuve un momento eureka, las usé muchísimo en mis piezas. 


Colección Celulas Gegoianas 2018
Collar de plata y coral negro 

EJ: Es notorio en tu trabajo que tienes una conexión importante con la tierra, con el mar, con los elementos naturales. 
Flor Areinamo: Si, como te comenté, mi vínculo es con lo que veo. Me gusta conectarme con la naturaleza y quizás por ello mis piezas tienen materiales que pueden parecer simples o sencillos pero hablan de lo que somos nosotros los venezolanos y de nuestra riqueza natural que a su vez define parte importante de nuestra identidad. 

EJ:  ¿Cómo describiría tu proceso de concepción y desarrollo, llamémoslo composición, desde la idea, bocetos, maqueta, prototipos, ensayo, realización, pruebas, examen final? 
Flor Areinamo: Por lo general empiezo con una idea que me llega a la cabeza. Además siempre tengo un cuaderno en el que dibujo y dibujo…. dibujo todo. ¿Los detonantes? Pueden ser películas, cuentos, materiales…a partir de ahí empiezo a desarrollar y a transformar la pieza. Me gusta mucho basarme en historias y reinterpretarlas. 



EJ: ¿Crees que hay linderos entre arte y artesanía? ¿Existe el momento en que pasamos de la artesanía al arte? 
Flor Areinamo: Yo soy una defensora de la artesanía. Todos somos artesanos. El hacer con las manos es una de las cosas más bellas que puede existir y es lo que nos ha mantenido. Allí es donde nosotros los venezolanos, por haber tenido tantas cosas fáciles en un momento determinado de nuestra historia, dejamos de alimentar nuestra artesanía, situación muy diferente a la de algunos países como Colombia, Perú, Chile… ¿Por qué no volver a eso?... Yo soy artesana, todos mis trabajos los hago con mis manos, ¡todos! Si vas a una exposición de mis piezas todas las hice yo porque soy hacedora. Todo eso me ha ido llevando a tener conciencia de lo que hago, de lo que me place hacer y decir con mis piezas. Eso me pasó con mi último trabajo expuesto en la Sala Mendoza. Si se vende o no se vende, eso poco me importa. Considero que es un hermoso trabajo que, en momentos como este donde las condiciones del país no son las mejores, sirve para alimentar un espacio que necesita de la obra de los estamos trabajando. 

EJ: ¿Las piezas te hablan? 
Flor Areinamo: Si, todas. Por ejemplo, si comienzo a tallar, voy siguiendo lo que el mismo material me dice o me pide. 

Colección Tallas 2018
Collar madera y Plata

EJ: ¿Cuál ha sido tu mayor reto dentro de la joyería hasta ahora? 
Flor Areinamo: Que la gente acepte las piezas. Uno siempre tiene temores y mi mayor alegría es cuando eso pasa. 

EJ: ¿Qué sientes cuando ves a alguien portando una pieza tuya? 
Flor Areinamo: ¡Me encanta! 

EJ: ¿Usas tu propia joyería? 
Flor Areinamo: Si, y nada más. Estando en Tailandia me pasó algo muy simpático, llevaba puesto un collar de peonías y una japonesa se me acercó a preguntarme dónde lo había comprado. También me pasa que siempre hay quien me quiere comprar lo que llevo puesto. 

EJ: ¿Cuáles son las piezas que más que te gusta hacer? 
Flor Areinamo: Collares y anillos. También he hecho muchos broches y los he regalado, sobre todo en mis inicios. Lamentablemente, de este lado del mundo, el broche no es una pieza que se usé mucho.

Colección Células Gegoianas 2018
Semillas, cobre y electroplateado en níquel

EJ: Muchos de los teóricos y filósofos de la contemporaneidad hablan de la importancia de contar historias. ¿Podemos encontrar esto en su trabajo? 
Flor Areinamo: Todas mis piezas tienen una historia.

EJ: ¿La joyería debe perdurar en el tiempo o tiene fecha de expiración? 
Flor Areinamo: La joyería no tiene fecha de expiración. Desde que el humano existe estamos usándola. En todas las épocas el atavío corporal ha existido. 

EJ: ¿Cuál ha sido la pieza más extraña que te han encargado? 
Flor Areinamo:Yo no hago encargos ni variaciones de mis propias piezas porque alguien me lo pida. 

EJ: ¿Cómo ves el campo de la joyería contemporánea en Venezuela? 
Flor Areinamo: En este momento hay artistas bien interesantes. Hay un repunte en la joyería a pesar de ser tiempos difíciles porque adquirir herramientas y materiales no es tan sencillo. Sin embargo, eso no ha frenado el desarrollo de nuevas propuestas. 

EJ: ¿Algún artista joyero(a) venezolano(a) que te guste? 
Flor Areinamo: A mí me parece que Teresa Calderón siempre fue lo máximo y su trabajo, que viene desde hace tanto tiempo, siempre ha sido contemporáneo. 

EJ: ¿Consejos para un joven principiante? 
Flor Areinamo: Ser muy curioso y ver y estudiarlo todo. Pero más que nada trabajar, explorar, sentir pasión y no tenerle miedo al oficio. En la joyería lo más importante es sentarse todos los días a trabajar, sobre todo cuando estas comenzando. Puedes tener los mejores profesores, pero el trabajo diario en mesa, es lo que te ayuda a evolucionar. 

EJ: ¿Cómo llegó la idea de trabajar a Gego? ¿Es algo nuevo o tienes años pensando en ello? 
Flor Areinamo: Yo tengo mucho tiempo trabajando sobre la obra de Gego. Comencé con algunos trabajos con plástico. Luego seguí experimentado con nylon hasta llegar al metal. Entonces un día decidí irme a la Fundación Gego y hacer una investigación más profunda. En ese proceso, conocí a las personas que allí trabajan, hablamos de las piezas y ellos estuvieron encantados. A partir de ahí y gradualmente se fue dando el trabajo hasta llegar a Células Gegonianas. 


EJ: ¿Por qué específicamente la reticularia de Gego? 
Flor Areinamo:¡Porque me fascina! siempre me ha gustado, por lo menos desde que conocí la obra de Gego. Siento que se adapta tanto a la joyería y además es muy divertido trabajarla. 

EJ: Después de Gego… 
Flor Areinamo: Aún no he pensado en lo que viene con seriedad, pero me llama la atención hacer una serie anillos tallados y quizás unos collares. 



E.J.: ¿Te ha dado satisfacciones las Joyería? 
Flor Areinamo: Muchas. Es mi vida…aunque suene a cliché. Y más aún en este momento que vivimos en el país. De alguna forma el oficio me ha ayudado a sobrellevar el día a día. Es una bendición poder sentarte a trabajar y crear. Es difícil no deprimirse, pero al mismo tiempo el trabajo artístico siempre satisface y fortalece internamente.

Caracas - 2019


jueves, 23 de mayo de 2019

ELEMENTUM JOYA ---> Norma Socorro " Con la nobleza de la madera"



Norma Socorro se recuerda desde niña jugando y creando formas con distintos materiales. Hoy día, hechizada por la geometría, se plantea un trabajo cuyas líneas y ángulos se inclinen a la búsqueda del movimiento. La madera bañada en colores vibrantes son la excusa para un ensamblaje divertido y cautivador.
 A propósito de su exposición “Con la nobleza de la madera” nos acercamos para conocerla y conversar con ella.



ELEMENTUM JOYA: ¿Puedes contarnos un poco sobre tu proceso de formación y cómo te envuelves en la creación de joyería artística?

NORMA SOCORRO: Desde muy joven comencé mi formación formal en diversos talleres y con muy buenos instructores y maestros. Cerámica, Batik, pintura y diversas técnicas artísticas antecedieron a una mayor dedicación a lo que siempre permaneció en el centro de mi interés e inspiración: la orfebrería.
Algunos de los talleres y orfebres con los que me formé son: Ursi Galletti, Rafael Bello, Lourdes Silva, Simón Sorondo, por mencionar algunos, y en los talleres de la AVAF, en técnicas de esmalte y cerámica.


EJ: ¿Entre tantas formas de expresión artística cómo encontraste el camino hacia la Joyería Contemporánea? .
NS:Luego de años diseñando y creando piezas de joyería tradicional, elaboradas con metales nobles y piedras semipreciosas, gradualmente me fueron cautivando otras formas de expresión, otros diseños y otros materiales no convencionales. Comencé como siempre, haciendo piezas para mí, y con el paso del tiempo, fueron sustituyendo a las anteriores, comenzaron a mostrarse en algunas tiendas de arte y diseño, y así finalmente, como un proceso natural, me dediqué por completo al proceso de creación. Ha sido un largo y apasionante recorrido para mí. La joyería contemporánea es algo que me atrae mucho: la exploración, la diversidad de materiales y técnicas, hay mucha libertad creativa.

EJ: ¿Dónde buscas inspiración para realizar tus piezas?
NS: A veces no busco a consciencia esa inspiración y en cambio ella llega de diversas fuentes, algunas inesperadas, solo mirando con atención lo que me rodea. Otras veces, visitando alguna exposición aparece una chispa; desde siempre he ido mucho a exposiciones de pintura, escultura, y, desde luego, de orfebrería, que no son las más recurrentes en el país en estos momentos. Por su parte, la naturaleza siempre abre espacios para la imaginación, te conecta con tu yo superior que es creativo   y se inspira en lo bello.
Siempre camino en el Parque del Este de Caracas, y con frecuencia algún detalle detona una idea. Ahora, estoy en una etapa en la que trabajo con formas geométricas y es el paisaje urbano el que me proporciona momentos de lucidez creativa: el reflejo de un edificio en los cristales de otro, los árboles que crean un encaje de sombra y luz sobre el pavimento, un ángulo sobresaliente en alguna construcción hermosa, el cinetismo  que crean unas rejas de un edificio al cerrarse una sobre la otra.
Pero definitivamente, como se dice en la escritura: si llega la inspiración, que te encuentre trabajando, sentada escribiendo. En el caso de la orfebrería, que te encuentre trabajando en el taller, a donde con mucha frecuencia acuden los hados mientras trabajas, se encienden algunas luces para esa pieza o para otra distinta. Es la discusión de siempre: la inspiración Vs el trabajo constante. Para mí es un falso dilema, ambos son importantes, y, de hecho, funcionan retroalimentándose, como los dos factores de la ecuación creativa.


EJ: ¿Qué tan recurrente son tus pensamientos sobre la continuidad de tu trabajo?
NS: La verdad, no es tan recurrente ese pensamiento, aunque a veces quisiera dedicar mucho más tiempo al trabajo orfebre, pero he asumido que el interés por la escritura, por ejemplo, está también en la base de mis motivaciones y espiritualidad, tanto como la orfebrería. A veces entonces, sí pienso que debería dedicarme por entero a la joyería, pero algo me dice que en definitiva de lo que se trata es de desarrollar las mayores habilidades que se tenga, las que te hagan feliz, que es lo importante al final de todo. Entonces me digo que todo está bien, que hay que seguir el impulso creativo y ya, que orfebrería y escritura no son contradictorias, que una alimenta a la otra. Lo que ocurre es que el discurso racionalista dice que hay que centrarse para alcanzar metas, pero he descubierto que ellas se pueden alcanzar si vives cada momento creativo con total presencia, aunque dediques atención a dos disciplinas. Estar presente en total consciencia al crear con metales o con letras, asegura resultados muy satisfactorios. Si sientes que a tu alma le apasionan dos o más disciplinas artísticas, es bueno que sientas que ellas no son antagónicas o que te restan. De  manera diferente, pero extrañamente similar, ambas apoyan tu desarrollo creativo y tu bienestar.


EJ: Sobre tu última propuesta, ¿Qué hizo que te decidieras a explorar e interpretar la madera como material protagónico que busca el movimiento?
NS: El movimiento en las formas de madera que utilizo en la actual exposición “Con la nobleza de la madera”, lo obtengo del diseño general de la pieza, ya que, lógicamente, la madera en sí misma, a diferencia por ejemplo de los textiles, no otorga per sé movimiento. Utilizo formas y diseños del hilo de plata, así como el hilo de acero, para enmarcar y servir de soporte a la madera, y ellos están pensados para fluir con los movimientos de quién usa una pieza. Los eslabones en su ondulación, por ejemplo, sumado a la liviandad de formas cúbicas ligeras, sugieren movimiento y ligereza, un cierto efecto de flotación, como en diversas ocasiones me han comentado.
Pero también cuando trabajo con textiles, fieltro,  murano u otros materiales, aspiro a lograr piezas que den efecto visual de movimiento, y, sobre todo, que se adapten lo mejor posible al cuerpo y sus movimientos, sin molestias o rigideces.

EJ: ¿Cuál ha sido tu mayor reto dentro de la joyería?
NS: Desalojar la inmediatez en mi quehacer, repetir, repetir y repetir si es necesario las veces que se requiera. Y para no tener que hacerlo, he debido desarrollar mucha paciencia posponiendo un resultado inmediato con alguna pieza. Debí aprender a leer en los materiales, y aún lo hago, saber qué les gusta y qué no, a no imponerme, a desarrollar mayor humildad. Ello lo aprendí con la vida, lo he confirmado a mis interesantes años, y lo he reforzado con el hacer de orfebre.


EJ: ¿Cómo se conjuga la escritura, la poesía y la joyería? 
NS: Gracias por esta pregunta, me gusta pues su respuesta me hace reflexionar sobre  dos expresiones de mi ser que son esenciales: la escritura creativa (ensayo, crónica, poesía) y la orfebrería. Y para responder, es menester contar una pequeña historia. Desde que me jubilé hace 7 años de trabajos formales (UCV postgrado, docente hasta 2018, amén de otros empleos profesionales), lo hice con la alegría de poder dedicar tiempo y corazón a la orfebrería y al yoga (que practico hace más de 20 años). Pero en el camino descubrí una segunda pasión expresiva: la escritura. Ya desde siempre escribía algunas cosillas que mantenía in-pectore, para mi propio consumo, poesía sobre todo. Pero no me había formado en esta disciplina. Así que un buen día me inscribí en los talleres de poesía y ensayo de mi apreciado amigo y maestro Armando Rojas Guardia. En sus excepcionales talleres estuve 4 años: gran descubrimiento acompañando ahora a la orfebrería.
Con algunos miembros del taller formamos el grupo literario La Guayaba de Pascal, que tuvo logros interesantes: publicamos un libro de nuestros ensayos; tuvimos un programa radial de literatura durante 3 años (Radio Uno 1340); creamos una editorial que tiene algunos títulos publicados. En forma individual seguí mi formación en talleres con escritores como Roberto Echeto o Héctor Torres, con interesantes resultados. Tengo publicaciones en algunos medios como El Nacional (Papel Literario digital), Tal Cuál Digital, y en medios alternativos. A finales del año pasado fui seleccionada y ganadora, con otras escritoras iberoamericanas en un concurso sobre Diarios Personales de Mujeres (La Desconocida que Soy. Edit. Indigo, Madrid). El premio, la publicación en diversos países, libro que llegó a mis manos justo el día de mi cumpleaños el 23 de Noviembre (Sagitario).
En fin, he tenido también en este campo expresivo recompensas, satisfacciones que han marchado paralelas a mí hacer orfebre. Nunca he dejado de crear orfebrería, ella marcha armoniosamente con la escritura. Creo que lo narrado da respuesta a la pregunta. En definitiva, el arte de escribir consiste en saber unir las ideas mediante eslabones hermosos formados por palabras, especie de orfebrería de las palabras. Y, en mi caso, así como algunos poetas pintan, yo creo orfebrería de metales y de palabras; así se conjugan esas artes, un maridaje armonioso que se retroalimenta una a la otra.

EJ: ¿Con qué materiales te gustaría trabajar pero aún no has tenido el chance de experimental? 
NS: Hay varios, entre ellos el acrílico, también materiales de nueva generación, cierto tipo de acero.

EJ: ¿Cuál es el mejor consejo que has recibido de un joyero o maestro, o alguien relacionado con la joyería? 
NS: Como es lógico suponer, en el proceso de aprendizaje se han recibido muchos buenos consejos, algunos referentes a la propia técnica, y otros, los más valiosos para mí, que tienen que ver con el desarrollo de características personales que facilitan el propio proceso de aprendizaje, y, mejor aún, el desempeño del oficio o cualquier tarea que uno se proponga en la vida. Por ejemplo, el consejo de desarrollar la capacidad de observación minuciosa de la pieza, que sin duda forma  parte del hacer del orfebre, es fundamental , ello apoya a superar el deseo inmediatista de finalizar rápido una pieza. Si ese consejo se transforma en hábito no sólo para el oficio sino para la vida, entonces es mucho lo ganado. Ese es tal vez el mayor aprendizaje que he hecho en estos años, con la propia vida y con el hacer orfebre: paciencia, observación, minuciosidad.

EJ: Si fueras una pieza de joyería, ¿cuál sería?
NS: Un collar, definitivamente. Son las piezas que siempre he utilizado más, acompañados casi siempre de un pequeño par de aros de plata. 

EJ: ¿Cómo encaja la joyería artística en nuestra vida diaria? ¿Cómo encaja en la tuya?
NS: Es parte de nuestra expresión, de nuestra comunicación con el mundo. La búsqueda de la estética siempre ha estado en la base de las motivaciones humanas, aparte de muchos otros motivos para vestir ornamentos: religiosos, culturales, rituales, guerreros. La joyería artística busca transmitir mensajes, como toda la indumentaria, sea ello consciente o no. Es una manera de presentarse ante uno mismo y ante el mundo, comunicando así valores y adhesiones personales.
En mi caso, la joyería artística forma parte de mi particular expresión, es muy importante.

EJ: Comenzaste a hacer joyas efímeras con flores desde niña que usabas, ¿qué crees que ha cambiado en el mundo de la joyería hoy día? 
NS: Sí, tengo un preciado recuerdo de cuando tenía unos 6 años, en el extenso patio de mi casa, en aquel momento en Perijá  (Zulia), donde vivimos unos tres años, mi padre era zuliano. Me observo al lado de un arbusto mediano, no recuerdo su nombre, que daba muchas flores pequeñitas rojas. En algún momento descubrí que el delgado tallo de cada florcita encajaba perfectamente en el centro de la otra, y así comencé a armar cadenetas de florcitas, que eran entonces mis collares, mis pulseras. Las regalaba a mis primas y adornaba con ellas también a mis muñecas. Supongo que fueron mis primeras creaciones orfebres.
Desde entonces, mucho ha cambiado el hacer orfebre, desde luego, pero siempre permanece el afán por obtener y acercar la belleza a nuestras vidas, y la necesidad para muchos de permitir a sus manos el milagro de la creación.

EJ: ¿Qué personas han influido en tu trabajo y en qué sentido? 
NS: Si hablo de instructores orfebres, sin duda algunos tuvieron y tienen aún, por qué no, su importante influencia. De algunos admiro su creatividad, de otros su técnica impecable, y en fin, de otros su capacidad admirable  para transmitir con generosidad lo que saben.
Si pienso en otras influencias más tempranas para mi vocación, menciono entonces a  mi madre y a mi abuelo. Ella, artista no cultivada en academia, muy fina en su hacer en diversas técnicas de eso que se llamaba en su época ‘Artes y Oficios”: cerámica, tejidos etc. Siempre la distinguían sus profesores, fue mi primer ejemplo de creatividad y disciplina al crear. Mi abuelo era un reconocido ebanista (oficio de tallar maderas finas), encargado de los trabajos de ebanistería en la construcción del Centro Simón Bolívar, que llegó a ser referente de urbanismo modernista en esas décadas. Así que esas influencias sin duda me marcaron. Y pienso mucho en mi abuelo con esta exposición, lo tengo muy presente y sin duda, lo siento un homenaje a él.



EJ: ¿Qué es más difícil para ti, desarrollar el concepto o llevarlo al trabajo final?
NS: Llevar el concepto hasta un final satisfactorio creo que es el mayor reto. En general, el diseño y el concepto de la pieza surgen con relativa facilidad: de hecho, tengo en “lista de espera” bastantes diseños y, esperando no pecar de jactancia en ello, siempre se me facilitó la parte de diseño, tengo carpetas en espera.
Pero creo que son dos momentos igualmente satisfactorios: la visualización de una pieza, ese momento en que ella forma parte sólo del imaginario, y luego, tal vez el momento más emocionante y creativo, como es el reto de ejecutar esa imagen, ir superando cada exigencia del diseño, en ese diálogo con el material, escuchando sus límites y resistencias, así como sus aceptaciones y confabulación con quién lo trabaja.
Ese proceso puede significar idas y venidas, construcción y reconstrucción, y a veces, olvidarte de la idea o dejarla dormir un rato hasta que en un instante, el inconsciente te muestra la solución a esa dificultad. Es emocionante.
Es la diferencia entre el diseñador puro de joyas, que se puede sentir satisfecho con lograr en el papel una hermosa pieza, y, diríamos, el hacedor de piezas de joyería, que siente la necesidad física de realizarla, de crear los mecanismos para ver ese diseño hecho un objeto palpable. Si sumas ambos momentos, es doble la satisfacción.

EJ: ¿Cómo describirías tu trabajo? 
NS: Como el de todos los creadores, supongo, una búsqueda permanente, perseverando en algunas ideas, desechando otras y siempre, siempre con la satisfacción cuando se van superando los escollos de alguna pieza, o cuando, al final, la colocas ya lista en tu mesa de trabajo, tomas alguna distancia para observarla y sientes cierta sutil alegría por lo logrado.

EJ: Si alguien se acerca y te dice que se quiere convertirse en un artista de la Joyería Contemporánea, ¿qué le dirías?
Le diría que, en primer lugar, observe su realidad, el momento y la sociedad en que vive, los valores, hábitos y gustos de las personas. Pero que luego los internalice y cree diseños y piezas con sus propios sueños y conceptos, sin dejarse mediatizar exclusivamente por los gustos y modas vigentes. La joyería contemporánea, como cualquier otra expresión artística, es expresión personal especial, de una espiritualidad que se expresa en el mundo.



EJ: ¿Qué consejo le darías a los artistas jóvenes en este campo?
NS: Conocer y explorar afuera y adentro. Afuera, en la sociedad, para acceder a todas las referencias posibles, para luego, vuelta la mirada hacia adentro, tamizarlas con las necesidades personales y espirituales. propias  En primer lugar, el arte es expresión espiritual, del yo creador más profundo; luego de ello, el arte puede representar cantidad de otros significados.

EJ: ¿Una pieza de Joyería contemporánea debe ser siempre portable (usable, vestible) o no? ¿Te frena el hecho de que sea portable al momento de crear? 
NS: Una característica de la joyería contemporánea a partir del S XX es el cambio en la relación forma- función, desdibujándose las líneas divisorias entre la joyería como objeto de arte o como ornamento corporal. En mi caso, son piezas portables, cuido mucho que sean cómodas, livianas y ergonómicas en lo posible. Un símil sobre la importancia de cuidar forma y función, lo es una silla en tu casa: puede ser de diseño hermoso, pero si es incómoda y hostil al cuerpo, no funciona. A menos que la compres sólo para su observación, como coleccionista, lo cual es también válido.
Sí, busco a consciencia que mis piezas sean portables. Para hacer portables mis piezas trabajo en articulaciones lo más móviles posible, por ejemplo: aros rígidos (que se justifican en ciertos diseños) en otros casos los “flexibilizo” mediante especie de trapecios en el aro, logrando que la pieza central, de madera u otro material más rígido, obtenga soltura y una caída ergonómica en el tórax. Me gusta también que el cierre tenga algún detalle, aunque no necesariamente se verá en quién la lleva. Pero ese detalle procuro que sea móvil, que se adapte y no moleste la parte trasera del cuello.

EJ: ¿Que sientes cuando ves a alguien vistiendo tus piezas? ¿Cómo describirías a una persona que viste tu joyería?
NS: Es grato ver a alguien que viste alguna de tus piezas. Esas ocasiones son interesantes oportunidades para tomar distancia y mirar “objetivamente” la pieza, es una forma de ver esa creación más allá de una vitrina o, en mi caso, como la usuaria yo misma. Es muy interesante. Creo que alguien a quién les guste una de mis piezas desea transmitir originalidad, gusto por los contrastes y el movimiento.

EJ: Finalmente, ¿por qué hacer joyería Contemporánea? 
NS: La contemporaneidad exige nuevas expresiones y narrativas, nuevos materiales y técnicas, que trascienden la joyería u orfebrería tradicional (uso exclusivo de metales y gemas preciosas o semi preciosas).
El arte contemporáneo y sus distintas expresiones se alejan de lo verosímil, del realismo, del uso (válido por supuesto) de flores, animales u otros objetos reales, para valerse de la abstracción, la figuración, la geométrica, para la reinterpretación de la realidad, o para la expresión de nuevos discursos alejados de ella. Eso en cuanto al objeto a crear.
En lo referente a los materiales, es maravillosa la amplia diversidad de materiales  utilizados con total libertad  para crear joyas. La multiculturalidad, la globalización de las sociedades actuales tiene su correlato en la diversidad de conceptos, narrativas y diseños en la joyería actual, y para su ejecución contamos con una amplísima diversidad de materiales derivados no solo de la naturaleza, sino del desarrollo increíble de la denominada industria de nuevos materiales, que puede crear materiales ad-hoc, a pedido de los diseñadores.
Hoy más que nunca, la diversidad, constituye un estímulo, y así es en mi caso, para crear.

EJ: ¿Por qué crees que la gente viste joyas? ¿Crees que la gente se relaciona con ella o simplemente lo hacen por mantenerse dentro de los estándares que marca la sociedad? 
NS: Desde siempre, desde los inicios de la humanidad, el ser humano ha buscado ornamentarse, vestir joyas como parte de la vestimenta. Sin entrar en mayores detalles, pienso que las personas en la actualidad utilizan sus ornamentos para diferenciarse en un mundo tan estandarizado. Es que  la globalización marcha en dos vías, complementarias: estandariza, impone modas en joyería. Son esas piezas lindantes con cierta bisutería (sin desmeritar de ellas, ya que en muchas hay  belleza), que se repiten en revistas de moda cuya vida es muchas veces efímera. Pero a la vez esa misma globalización ofrece, en su diversidad de conceptos y materiales, la posibilidad de diferenciarse a través de discursos más creativos, menos temporales, más cercanos al hecho artístico.
Pienso que en este último caso, las personas sí se relacionan con la joya, con la creación orfebre, se identifican con ella, no así cuando es la moda la que marca determinada selección de joyas.

EJ: Muchos de los teóricos sobre Joyería Contemporánea hablan de la importancia de que esa pieza cuente una historia por sí misma. ¿Podemos encontrar esto en alguno de tus trabajos?
NS: No creo que necesariamente la joya, la pieza orfebre deba contar una historia, al menos no con obviedad. Hay artistas orfebres, de excelencia, cuya obra  busca conscientemente narrar una historia, con elementos simbólicos particulares. Por ejemplo, si se diseña una mariposa con las alas abiertas, pero con una cadena en torno suyo, se está contando una historia, es una clara alegoría, una metáfora obvia de la pérdida de la libertad. Hay otros casos, en los cuáles no hay una intención expresa de contar una historia: si existe, ella debe ser interpretada, leída,  por quién admira, adquiere o usa determinada pieza. Creo que mis piezas se inscriben en este caso. La intención inicial es crear una pieza hermosa en sí misma, sin alegorías particulares. En el caso de mi trabajo con la madera, podría eventualmente asociarse con lo lineal, la búsqueda de movimiento, el contenido ecológico de aquella etc.

EJ: ¿La Joyería debe perdurar en el tiempo o tiene fecha de expiración?
NS: Si es joyería artística, no tiene fecha de expiración, se mantiene en el tiempo, es atemporal. Si es una joya-moda, tiene sus días contados .Y sin embargo, por aquello de la circularidad en hábitos y gustos, con el concepto del vintage, permanentemente vuelve la joyería que una vez fue moda, al igual que la ropa. Como se dice, parece que definitivamente, en muchos casos en joyería no hay nada nuevo bajo el sol, y muchas piezas regresan idénticas o en reinterpretaciones.


¿Vistes tus propias piezas?
NS: Desde luego. Siempre me he creado mis propias piezas, soy amante acérrima de la joyería y la orfebrería creativa. He sido la primera modelo de mis piezas desde hace años, por eso vestiría todas mis creaciones.

EJ: ¿Coleccionas joyería? ¿Tienes piezas de otros artistas? ¿Quiénes?
NS: Como buena fan de la joyería, tengo muchas piezas, vintage o actuales, mías y de muchos artistas y orfebres, de aquí o extranjeros. Si menciono un par de ellas en este momento, tengo una pulsera de Lourdes Silva, de hace años, de los mismos días en que hice con ella un taller de nombre muy poético: Metales raros (Titanio y Niobio).Tengo un precioso prendedor (lástima que no se usen mucho, me encantan) hecho a dúo en el taller con Simón Sorondo (creo que hace años vive en Argentina).Excelente orfebre, recuerdo que más que a dúo, él fue el real ejecutor de la pieza que yo había diseñado, ya que yo estaba aprendiendo y la pieza tiene dificultades técnicas extra que el solventó en forma impecable. Aunque se trata de un trébol de cuatro hojas ( motivos que hace años no trabajo), lo conservo por la dificultad técnica de la pieza, una verdadera muestra de buen hacer en el oficio.

EJ: ¿Una joya favorita?
NS: Entre otros, un collar que hice hace muchos años, con piezas tubulares de cerámica rojo-naranja, y pieza central una impresionante pieza fósil de igual color, que compré en Nueva York. También un collar étnico que adquirí en el Delta (Sur de Venezuela), de función ritual, hermoso y muy llamativo: una lluvia generosa de hileras de canutillo grande blanco, salpicados de vez en cuando por azul y rojo. Ambos suscitan siempre algún comentario, son hermosos y significantes.
Por estos días, un aro simple de plata que llevo en el dedo pulgar. Nunca usaba sortijas en ese dedo, y desde que descubrí que él puede ser muy interesante enjoyado, no he dejado de usar ese anillo.

EJ: ¿Cómo ves el campo de la Joyería Contemporánea venezolana? 
NS: Si me quedo con las limitaciones del mercado y los materiales, sus altos costos etc, derivados de la situación del país, diría como primera respuesta que este campo está bastante estacionario, hibernando. Pero si veo algo positivo, que lo tiene, puedo agregar que, a pesar de todo, quienes nos hemos quedado en el país hemos hecho de cada campo artístico particular una zona de resistencia, que nos hemos negado a entrar en la parálisis creativa que mejor cuadra a un régimen autoritario, que hemos debido acopiar creatividad y recursos impensables en otro momento, para crear. En fin, que las dificultades tremendas tal vez nos han hecho más recursivos y perseverantes. Y eso, en cualquier caso, es positivo, que quede alguna dosis de ello luego que pasemos este túnel.

EJ: ¿Qué película, libro o exposición has visto que te ha parecido interesante para compartir últimamente? 
NS: Acabo de ver La Esposa, con una Glen Close posesionada totalmente del papel de esposa-ghost writer (escritora a la sombra o fantasma) con un final inesperado. Muy recomendable. En cuanto al libro, leo mucho y casi siempre varios a la vez. En estos momentos leo a un muy buen escritor español, Juan José Millás (Dos Mujeres en Praga, Edit. Espasa), subrealista y sorprendente texto; leo  los Diarios de Paul Klee, extraordinario testimonio de su época y de sus inicios y consolidación como el gran pintor en que se convirtió (Edit. Alianza Forma). Ah, y revisito un texto muy completo sobre la escuela y movimiento artístico de la Bauhaus (1.919-1933) de Taschen editores.
Finalmente, visité hace poco una exposición sobre escultores latinoamericanos en la sede de la CAF.

EJ: Para concluir, háblanos un poco sobre tu exhibición en Secadero Uno, ¿qué nos vamos a encontrar?
NS: La exhibición “Con la Nobleza de la Madera” pretende mostrar eso, la belleza y magnanimidad de la madera en diversas formas, sobre todo las geométricas, que en su conjunción con el brillo de la plata o la ligereza del hilo de acero, permiten piezas de orfebrería livianas, algunas con mucho colorido en maridaje con los tonos ocres y marrones de la madera natural, combinación siempre ganadora por el hermoso contraste. Alguien me comentaba, y yo lo he sentido así, que son pequeñas esculturas ornamentales.
El visitante y buen observador, descubrirá los engranajes y piezas metálicas o de acero, hechos ad-hoc para cada pieza, otorgando el movimiento y adaptabilidad ; por ejemplo, los collares, que se adaptan al torso sin rigideces, por especie de trapecios que sostienen a las piezas de madera.

Pero mi expectativa principal es que quién visite la exposición tenga un disfrute sensorial con el diseño, los colores y el movimiento. Tal vez para cuando se publique esta entrevista, haya tiempo para verla, ya que según los organizadores, estará abierta hasta finales de Mayo. Bienvenidos!


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Entrevista realizada por Hadasa Noguera y Andreína Rodríguez Seijas para Elementum Joya