Norma Socorro se recuerda desde niña jugando y
creando formas con distintos materiales. Hoy día, hechizada por la geometría,
se plantea un trabajo cuyas líneas y ángulos se inclinen a la búsqueda del
movimiento. La madera bañada en colores vibrantes son la excusa para un
ensamblaje divertido y cautivador.
A propósito de su exposición “Con la nobleza de
la madera” nos acercamos para conocerla y conversar con ella.
ELEMENTUM JOYA: ¿Puedes contarnos un poco sobre tu proceso de
formación y cómo te envuelves en la creación de joyería artística?
NORMA SOCORRO: Desde muy joven comencé mi formación formal en
diversos talleres y con muy buenos instructores y maestros. Cerámica, Batik,
pintura y diversas técnicas artísticas antecedieron a una mayor dedicación a lo
que siempre permaneció en el centro de mi interés e inspiración: la orfebrería.
Algunos de los talleres y
orfebres con los que me formé son: Ursi Galletti, Rafael Bello, Lourdes Silva,
Simón Sorondo, por mencionar algunos, y en los talleres de la AVAF, en técnicas
de esmalte y cerámica.
EJ: ¿Entre tantas formas de expresión
artística cómo encontraste el camino hacia la Joyería Contemporánea? .
NS:Luego de años diseñando y
creando piezas de joyería tradicional, elaboradas con metales nobles y piedras
semipreciosas, gradualmente me fueron cautivando otras formas de expresión,
otros diseños y otros materiales no convencionales. Comencé como siempre,
haciendo piezas para mí, y con el paso del tiempo, fueron sustituyendo a las
anteriores, comenzaron a mostrarse en algunas tiendas de arte y diseño, y así
finalmente, como un proceso natural, me dediqué por completo al proceso de
creación. Ha sido un largo y apasionante recorrido para mí. La joyería
contemporánea es algo que me atrae mucho: la exploración, la diversidad de
materiales y técnicas, hay mucha libertad creativa.
EJ: ¿Dónde buscas inspiración para realizar
tus piezas?
NS: A veces no busco a consciencia esa inspiración y en
cambio ella llega de diversas fuentes, algunas inesperadas, solo mirando con
atención lo que me rodea. Otras veces, visitando alguna exposición aparece una chispa;
desde siempre he ido mucho a exposiciones de pintura, escultura, y, desde
luego, de orfebrería, que no son las más recurrentes en el país en estos
momentos. Por su parte, la naturaleza siempre abre espacios para la imaginación,
te conecta con tu yo superior que es creativo
y se inspira en lo bello.
Siempre camino en el Parque del Este de Caracas, y con
frecuencia algún detalle detona una idea. Ahora, estoy en una etapa en la que
trabajo con formas geométricas y es el paisaje urbano el que me proporciona
momentos de lucidez creativa: el reflejo de un edificio en los cristales de
otro, los árboles que crean un encaje de sombra y luz sobre el pavimento, un
ángulo sobresaliente en alguna construcción hermosa, el cinetismo que crean unas rejas de un edificio al
cerrarse una sobre la otra.
Pero definitivamente, como se dice en la escritura: si
llega la inspiración, que te encuentre trabajando, sentada escribiendo. En el
caso de la orfebrería, que te encuentre trabajando en el taller, a donde con mucha
frecuencia acuden los hados mientras trabajas, se encienden algunas luces para
esa pieza o para otra distinta. Es la discusión de siempre: la inspiración Vs
el trabajo constante. Para mí es un falso dilema, ambos son importantes, y, de
hecho, funcionan retroalimentándose, como los dos factores de la ecuación
creativa.
EJ: ¿Qué tan recurrente son tus pensamientos
sobre la continuidad de tu trabajo?
NS: La verdad, no es tan
recurrente ese pensamiento, aunque a veces quisiera dedicar mucho más tiempo al
trabajo orfebre, pero he asumido que el interés por la escritura, por ejemplo,
está también en la base de mis motivaciones y espiritualidad, tanto como la
orfebrería. A veces entonces, sí pienso que debería dedicarme por entero a la
joyería, pero algo me dice que en definitiva de lo que se trata es de
desarrollar las mayores habilidades que se tenga, las que te hagan feliz, que
es lo importante al final de todo. Entonces me digo que todo está bien, que hay
que seguir el impulso creativo y ya, que orfebrería y escritura no son
contradictorias, que una alimenta a la otra. Lo que ocurre es que el discurso
racionalista dice que hay que centrarse para alcanzar metas, pero he
descubierto que ellas se pueden alcanzar si vives cada momento creativo con
total presencia, aunque dediques atención a dos disciplinas. Estar presente en
total consciencia al crear con metales o con letras, asegura resultados
muy satisfactorios. Si sientes que a tu alma le apasionan dos o más disciplinas
artísticas, es bueno que sientas que ellas no son antagónicas o que te restan.
De manera diferente, pero extrañamente
similar, ambas apoyan tu desarrollo creativo y tu bienestar.
EJ: Sobre tu última propuesta, ¿Qué hizo que
te decidieras a explorar e interpretar la madera como material protagónico que
busca el movimiento?
NS: El movimiento en las formas de madera que utilizo en la actual exposición
“Con la nobleza de la madera”, lo obtengo del diseño general de la pieza, ya
que, lógicamente, la madera en sí misma, a diferencia por ejemplo de los
textiles, no otorga per sé movimiento. Utilizo formas y diseños del hilo de
plata, así como el hilo de acero, para enmarcar y servir de soporte a la
madera, y ellos están pensados para fluir con los movimientos de quién usa una
pieza. Los eslabones en su ondulación, por ejemplo, sumado a la liviandad de
formas cúbicas ligeras, sugieren movimiento y ligereza, un cierto efecto de
flotación, como en diversas ocasiones me han comentado.
Pero también cuando trabajo con textiles, fieltro, murano u otros materiales, aspiro a lograr
piezas que den efecto visual de movimiento, y, sobre todo, que se adapten lo
mejor posible al cuerpo y sus movimientos, sin molestias o rigideces.
EJ: ¿Cuál ha sido tu mayor reto dentro de la
joyería?
NS: Desalojar la inmediatez en mi quehacer, repetir,
repetir y repetir si es necesario las veces que se requiera. Y para no tener
que hacerlo, he debido desarrollar mucha paciencia posponiendo un resultado
inmediato con alguna pieza. Debí aprender a leer en los materiales, y aún lo
hago, saber qué les gusta y qué no, a no imponerme, a desarrollar mayor humildad.
Ello lo aprendí con la vida, lo he confirmado a mis interesantes años, y lo he
reforzado con el hacer de orfebre.
EJ: ¿Cómo se conjuga la escritura, la poesía
y la joyería?
NS: Gracias por esta pregunta,
me gusta pues su respuesta me hace reflexionar sobre dos expresiones de mi ser que son esenciales:
la escritura creativa (ensayo, crónica, poesía) y la orfebrería. Y para
responder, es menester contar una pequeña historia. Desde que me jubilé hace 7
años de trabajos formales (UCV postgrado, docente hasta 2018, amén de otros
empleos profesionales), lo hice con la alegría de poder dedicar tiempo y
corazón a la orfebrería y al yoga (que practico hace más de 20 años). Pero en
el camino descubrí una segunda pasión expresiva: la escritura. Ya desde siempre
escribía algunas cosillas que mantenía in-pectore, para mi propio consumo,
poesía sobre todo. Pero no me había formado en esta disciplina. Así que un buen
día me inscribí en los talleres de poesía y ensayo de mi apreciado amigo y
maestro Armando Rojas Guardia. En sus excepcionales talleres estuve 4 años:
gran descubrimiento acompañando ahora a la orfebrería.
Con algunos miembros del
taller formamos el grupo literario La Guayaba de Pascal, que tuvo logros interesantes:
publicamos un libro de nuestros ensayos; tuvimos un programa radial de
literatura durante 3 años (Radio Uno 1340); creamos una editorial que tiene
algunos títulos publicados. En forma individual seguí mi formación en talleres
con escritores como Roberto Echeto o Héctor Torres, con interesantes
resultados. Tengo publicaciones en algunos medios como El Nacional (Papel
Literario digital), Tal Cuál Digital, y en medios alternativos. A finales del
año pasado fui seleccionada y ganadora, con otras escritoras iberoamericanas en
un concurso sobre Diarios Personales de Mujeres (La Desconocida que Soy. Edit.
Indigo, Madrid). El premio, la publicación en diversos países, libro que llegó
a mis manos justo el día de mi cumpleaños el 23 de Noviembre (Sagitario).
En fin, he tenido también en
este campo expresivo recompensas, satisfacciones que han marchado paralelas a
mí hacer orfebre. Nunca he dejado de crear orfebrería, ella marcha
armoniosamente con la escritura. Creo que lo narrado da respuesta a la
pregunta. En definitiva, el arte de escribir consiste en saber unir las ideas
mediante eslabones hermosos formados por palabras, especie de orfebrería
de las palabras. Y, en mi caso, así como algunos poetas pintan, yo creo orfebrería
de metales y de palabras; así se conjugan esas artes, un maridaje armonioso que
se retroalimenta una a la otra.
EJ: ¿Con qué materiales te gustaría trabajar
pero aún no has tenido el chance de experimental?
NS: Hay varios, entre ellos el acrílico, también
materiales de nueva generación, cierto tipo de acero.
EJ: ¿Cuál es el mejor consejo que has
recibido de un joyero o maestro, o alguien relacionado con la joyería?
NS: Como es lógico suponer, en
el proceso de aprendizaje se han recibido muchos buenos consejos, algunos
referentes a la propia técnica, y otros, los más valiosos para mí, que tienen
que ver con el desarrollo de características personales que facilitan el propio
proceso de aprendizaje, y, mejor aún, el desempeño del oficio o cualquier tarea
que uno se proponga en la vida. Por ejemplo, el consejo de desarrollar la
capacidad de observación minuciosa de la pieza, que sin duda forma parte del hacer del orfebre, es fundamental ,
ello apoya a superar el deseo inmediatista de finalizar rápido una pieza. Si
ese consejo se transforma en hábito no sólo para el oficio sino para la vida,
entonces es mucho lo ganado. Ese es tal vez el mayor aprendizaje que he hecho
en estos años, con la propia vida y con el hacer orfebre: paciencia,
observación, minuciosidad.
EJ: Si fueras una pieza de joyería, ¿cuál
sería?
NS: Un collar, definitivamente.
Son las piezas que siempre he utilizado más, acompañados casi siempre de un
pequeño par de aros de plata.
EJ: ¿Cómo encaja la joyería artística en
nuestra vida diaria? ¿Cómo encaja en la tuya?
NS: Es parte de nuestra
expresión, de nuestra comunicación con el mundo. La búsqueda de la estética
siempre ha estado en la base de las motivaciones humanas, aparte de muchos
otros motivos para vestir ornamentos: religiosos, culturales, rituales, guerreros. La
joyería artística busca transmitir mensajes, como toda la indumentaria, sea
ello consciente o no. Es una manera de presentarse ante uno mismo y ante el
mundo, comunicando así valores y adhesiones personales.
En mi caso, la joyería
artística forma parte de mi particular expresión, es muy importante.
EJ: Comenzaste a hacer joyas efímeras con
flores desde niña que usabas, ¿qué crees que ha cambiado en el mundo de la
joyería hoy día?
NS: Sí, tengo un preciado
recuerdo de cuando tenía unos 6 años, en el extenso patio de mi casa, en aquel
momento en Perijá (Zulia), donde vivimos
unos tres años, mi padre era zuliano. Me observo al lado de un arbusto mediano,
no recuerdo su nombre, que daba muchas flores pequeñitas rojas. En algún
momento descubrí que el delgado tallo de cada florcita encajaba perfectamente
en el centro de la otra, y así comencé a armar cadenetas de florcitas, que eran
entonces mis collares, mis pulseras. Las regalaba a mis primas y adornaba con
ellas también a mis muñecas. Supongo que fueron mis primeras creaciones
orfebres.
Desde entonces, mucho ha
cambiado el hacer orfebre, desde luego, pero siempre permanece el afán por
obtener y acercar la belleza a nuestras vidas, y la necesidad para muchos de
permitir a sus manos el milagro de la creación.
EJ: ¿Qué personas han influido en tu trabajo
y en qué sentido?
NS: Si hablo de instructores orfebres, sin duda algunos
tuvieron y tienen aún, por qué no, su importante influencia. De algunos admiro
su creatividad, de otros su técnica impecable, y en fin, de otros su capacidad
admirable para transmitir con
generosidad lo que saben.
Si pienso en otras influencias más tempranas para mi
vocación, menciono entonces a mi madre y
a mi abuelo. Ella, artista no cultivada en academia, muy fina en su hacer en
diversas técnicas de eso que se llamaba en su época ‘Artes y Oficios”:
cerámica, tejidos etc. Siempre la distinguían sus profesores, fue mi primer
ejemplo de creatividad y disciplina al crear. Mi abuelo era un reconocido
ebanista (oficio de tallar maderas finas), encargado de los trabajos de
ebanistería en la construcción del Centro Simón Bolívar, que llegó a ser
referente de urbanismo modernista en esas décadas. Así que esas influencias sin
duda me marcaron. Y pienso mucho en mi abuelo con esta exposición, lo tengo muy
presente y sin duda, lo siento un homenaje a él.
EJ: ¿Qué es más difícil para ti, desarrollar
el concepto o llevarlo al trabajo final?
NS: Llevar el concepto hasta un final satisfactorio creo
que es el mayor reto. En general, el diseño y el concepto de la pieza surgen
con relativa facilidad: de hecho, tengo en “lista de espera” bastantes diseños
y, esperando no pecar de jactancia en ello, siempre se me facilitó la parte de
diseño, tengo carpetas en espera.
Pero creo que son dos momentos igualmente
satisfactorios: la visualización de una pieza, ese momento en que ella forma
parte sólo del imaginario, y luego, tal vez el momento más emocionante y
creativo, como es el reto de ejecutar esa imagen, ir superando cada exigencia
del diseño, en ese diálogo con el material, escuchando sus límites y
resistencias, así como sus aceptaciones y confabulación con quién lo trabaja.
Ese proceso puede significar idas y venidas,
construcción y reconstrucción, y a veces, olvidarte de la idea o dejarla dormir
un rato hasta que en un instante, el inconsciente te muestra la solución a esa
dificultad. Es emocionante.
Es la diferencia entre el diseñador puro de joyas, que
se puede sentir satisfecho con lograr en el papel una hermosa pieza, y,
diríamos, el hacedor de piezas de joyería, que siente la necesidad física de
realizarla, de crear los mecanismos para ver ese diseño hecho un objeto
palpable. Si sumas ambos momentos, es doble la satisfacción.
EJ: ¿Cómo describirías tu trabajo?
NS: Como el de todos los
creadores, supongo, una búsqueda permanente, perseverando en algunas ideas,
desechando otras y siempre, siempre con la satisfacción cuando se van superando
los escollos de alguna pieza, o cuando, al final, la colocas ya lista en tu
mesa de trabajo, tomas alguna distancia para observarla y sientes cierta sutil
alegría por lo logrado.
EJ: Si alguien se acerca y te dice que se
quiere convertirse en un artista de la Joyería Contemporánea, ¿qué le dirías?
Le diría que,
en primer lugar, observe su realidad, el momento y la sociedad en que vive, los
valores, hábitos y gustos de las personas. Pero que luego los internalice y
cree diseños y piezas con sus propios sueños y conceptos, sin dejarse
mediatizar exclusivamente por los gustos y modas vigentes. La joyería
contemporánea, como cualquier otra expresión artística, es expresión
personal especial, de una espiritualidad que se expresa en el mundo.
EJ: ¿Qué consejo le darías a los artistas
jóvenes en este campo?
NS: Conocer y explorar afuera y
adentro. Afuera, en la sociedad, para acceder a todas las referencias posibles,
para luego, vuelta la mirada hacia adentro, tamizarlas con las necesidades personales y espirituales. propias En
primer lugar, el arte es expresión espiritual, del yo creador más profundo;
luego de ello, el arte puede representar cantidad de otros significados.
EJ: ¿Una pieza de Joyería contemporánea debe
ser siempre portable (usable, vestible) o no? ¿Te frena el hecho de que sea
portable al momento de crear?
NS: Una característica de la joyería
contemporánea a partir del S XX es el cambio en la relación forma- función,
desdibujándose las líneas divisorias entre la joyería como objeto de arte o
como ornamento corporal. En mi caso, son piezas portables, cuido mucho que sean
cómodas, livianas y ergonómicas en lo posible. Un símil sobre la importancia de
cuidar forma y función, lo es una silla en tu casa: puede ser de diseño
hermoso, pero si es incómoda y hostil al cuerpo, no funciona. A menos que la
compres sólo para su observación, como coleccionista, lo cual es también
válido.
Sí, busco a consciencia que mis piezas
sean portables. Para hacer portables mis piezas trabajo en articulaciones lo
más móviles posible, por ejemplo: aros rígidos (que se justifican en ciertos
diseños) en otros casos los “flexibilizo” mediante especie de trapecios en el
aro, logrando que la pieza central, de madera u otro material más rígido,
obtenga soltura y una caída ergonómica en el tórax. Me gusta también que el
cierre tenga algún detalle, aunque no necesariamente se verá en quién la lleva.
Pero ese detalle procuro que sea móvil, que se adapte y no moleste la parte
trasera del cuello.
EJ: ¿Que sientes cuando ves a alguien
vistiendo tus piezas? ¿Cómo describirías a una persona que viste tu joyería?
NS: Es grato ver a alguien que viste alguna de tus piezas.
Esas ocasiones son interesantes oportunidades para tomar distancia y mirar
“objetivamente” la pieza, es una forma de ver esa creación más allá de una vitrina
o, en mi caso, como la usuaria yo misma. Es muy interesante. Creo que alguien a
quién les guste una de mis piezas desea transmitir originalidad, gusto por los
contrastes y el movimiento.
EJ: Finalmente, ¿por qué hacer joyería
Contemporánea?
NS: La contemporaneidad exige nuevas expresiones y
narrativas, nuevos materiales y técnicas, que trascienden la joyería u
orfebrería tradicional (uso exclusivo de metales y gemas preciosas o semi
preciosas).
El arte contemporáneo y sus distintas expresiones se
alejan de lo verosímil, del realismo, del uso (válido por supuesto) de flores,
animales u otros objetos reales, para valerse de la abstracción, la figuración,
la geométrica, para la reinterpretación de la realidad, o para la expresión de
nuevos discursos alejados de ella. Eso en cuanto al objeto a crear.
En lo referente a los materiales, es maravillosa la
amplia diversidad de materiales
utilizados con total libertad
para crear joyas. La multiculturalidad, la globalización de las
sociedades actuales tiene su correlato en la diversidad de conceptos,
narrativas y diseños en la joyería actual, y para su ejecución contamos con una
amplísima diversidad de materiales derivados no solo de la naturaleza, sino del
desarrollo increíble de la denominada industria de nuevos materiales, que puede
crear materiales ad-hoc, a pedido de los diseñadores.
Hoy más que nunca, la diversidad, constituye un
estímulo, y así es en mi caso, para crear.
EJ: ¿Por qué crees que la gente viste joyas?
¿Crees que la gente se relaciona con ella o simplemente lo hacen por mantenerse
dentro de los estándares que marca la sociedad?
NS: Desde siempre, desde los
inicios de la humanidad, el ser humano ha buscado ornamentarse, vestir joyas
como parte de la vestimenta. Sin entrar en mayores detalles, pienso que las
personas en la actualidad utilizan sus ornamentos para diferenciarse en un
mundo tan estandarizado. Es que la
globalización marcha en dos vías, complementarias: estandariza, impone modas en
joyería. Son esas piezas lindantes con cierta bisutería (sin desmeritar de
ellas, ya que en muchas hay belleza),
que se repiten en revistas de moda cuya vida es muchas veces efímera. Pero a la
vez esa misma globalización ofrece, en su diversidad de conceptos y materiales,
la posibilidad de diferenciarse a través de discursos más creativos, menos
temporales, más cercanos al hecho artístico.
Pienso que en este último
caso, las personas sí se relacionan con la joya, con la creación orfebre, se
identifican con ella, no así cuando es la moda la que marca determinada
selección de joyas.
EJ: Muchos de los teóricos sobre Joyería
Contemporánea hablan de la importancia de que esa pieza cuente una historia por
sí misma. ¿Podemos encontrar esto en alguno de tus
trabajos?
NS: No creo que necesariamente la joya, la pieza orfebre
deba contar una historia, al menos no con obviedad. Hay artistas orfebres, de
excelencia, cuya obra busca
conscientemente narrar una historia, con elementos simbólicos particulares. Por
ejemplo, si se diseña una mariposa con las alas abiertas, pero con una cadena
en torno suyo, se está contando una historia, es una clara alegoría, una
metáfora obvia de la pérdida de la libertad. Hay otros casos, en los cuáles no
hay una intención expresa de contar una historia: si existe, ella debe ser
interpretada, leída, por quién admira,
adquiere o usa determinada pieza. Creo que mis piezas se inscriben en este
caso. La intención inicial es crear una pieza hermosa en sí misma, sin
alegorías particulares. En el caso de mi trabajo con la madera, podría
eventualmente asociarse con lo lineal, la búsqueda de movimiento, el contenido
ecológico de aquella etc.
EJ: ¿La Joyería debe perdurar en el tiempo o
tiene fecha de expiración?
NS: Si es joyería
artística, no tiene fecha de expiración, se mantiene en el tiempo, es
atemporal. Si es una joya-moda, tiene sus días contados .Y sin embargo, por
aquello de la circularidad en hábitos y gustos, con el concepto del vintage,
permanentemente vuelve la joyería que una vez fue moda, al igual que la ropa.
Como se dice, parece que definitivamente, en muchos casos en joyería no hay
nada nuevo bajo el sol, y muchas piezas regresan idénticas o en
reinterpretaciones.
¿Vistes tus propias piezas?
NS: Desde luego. Siempre me he creado mis propias piezas,
soy amante acérrima de la joyería y la orfebrería creativa. He sido la primera
modelo de mis piezas desde hace años, por eso vestiría todas mis creaciones.
EJ: ¿Coleccionas joyería? ¿Tienes piezas de otros
artistas? ¿Quiénes?
NS: Como buena fan de la
joyería, tengo muchas piezas, vintage o actuales, mías y de muchos artistas y
orfebres, de aquí o extranjeros. Si menciono un par de ellas en este momento,
tengo una pulsera de Lourdes Silva, de hace años, de los mismos días en que
hice con ella un taller de nombre muy poético: Metales raros (Titanio y
Niobio).Tengo un precioso prendedor (lástima que no se usen mucho, me encantan)
hecho a dúo en el taller con Simón Sorondo (creo que hace años vive en
Argentina).Excelente orfebre, recuerdo que más que a dúo, él fue el real
ejecutor de la pieza que yo había diseñado, ya que yo estaba aprendiendo y la
pieza tiene dificultades técnicas extra que el solventó en forma impecable.
Aunque se trata de un trébol de cuatro hojas ( motivos que hace años no
trabajo), lo conservo por la dificultad técnica de la pieza, una verdadera
muestra de buen hacer en el oficio.
EJ: ¿Una joya favorita?
NS: Entre otros, un collar que
hice hace muchos años, con piezas tubulares de cerámica rojo-naranja, y pieza
central una impresionante pieza fósil de igual color, que compré en Nueva York.
También un collar étnico que adquirí en el Delta (Sur de Venezuela), de función
ritual, hermoso y muy llamativo: una lluvia generosa de hileras de canutillo
grande blanco, salpicados de vez en cuando por azul y rojo. Ambos suscitan
siempre algún comentario, son hermosos y significantes.
Por estos días, un aro simple
de plata que llevo en el dedo pulgar. Nunca usaba sortijas en ese dedo, y desde
que descubrí que él puede ser muy interesante enjoyado, no he dejado de usar
ese anillo.
EJ: ¿Cómo ves el campo de la Joyería
Contemporánea venezolana?
NS: Si me quedo con las
limitaciones del mercado y los materiales, sus altos costos etc, derivados de
la situación del país, diría como primera respuesta que este campo está
bastante estacionario, hibernando. Pero si veo algo positivo, que lo tiene,
puedo agregar que, a pesar de todo, quienes nos hemos quedado en el país hemos
hecho de cada campo artístico particular una zona de resistencia, que nos hemos
negado a entrar en la parálisis creativa que mejor cuadra a un régimen
autoritario, que hemos debido acopiar creatividad y recursos impensables en
otro momento, para crear. En fin, que las dificultades tremendas tal vez nos
han hecho más recursivos y perseverantes. Y eso, en cualquier caso, es
positivo, que quede alguna dosis de ello luego que pasemos este túnel.
EJ: ¿Qué película, libro o exposición has
visto que te ha parecido interesante para compartir últimamente?
NS: Acabo de ver La Esposa, con
una Glen Close posesionada totalmente del papel de esposa-ghost writer (escritora
a la sombra o fantasma) con un final inesperado. Muy recomendable. En cuanto al
libro, leo mucho y casi siempre varios a la vez. En estos momentos leo a un muy
buen escritor español, Juan José Millás (Dos Mujeres en Praga, Edit. Espasa), subrealista
y sorprendente texto; leo los Diarios de
Paul Klee, extraordinario testimonio de su época y de sus inicios y
consolidación como el gran pintor en que se convirtió (Edit. Alianza Forma).
Ah, y revisito un texto muy completo sobre la escuela y movimiento artístico de
la Bauhaus (1.919-1933) de Taschen editores.
Finalmente, visité hace poco
una exposición sobre escultores latinoamericanos en la sede de la CAF.
EJ: Para concluir, háblanos un poco sobre tu
exhibición en Secadero Uno, ¿qué nos vamos a encontrar?
NS: La exhibición “Con
la Nobleza de la Madera” pretende mostrar eso, la belleza y magnanimidad de
la madera en diversas formas, sobre todo las geométricas, que en su conjunción
con el brillo de la plata o la ligereza del hilo de acero, permiten piezas de
orfebrería livianas, algunas con mucho colorido en maridaje con los tonos ocres
y marrones de la madera natural, combinación siempre ganadora por el hermoso
contraste. Alguien me comentaba, y yo lo he sentido así, que son pequeñas
esculturas ornamentales.
El visitante y buen observador, descubrirá los
engranajes y piezas metálicas o de acero, hechos ad-hoc para cada pieza,
otorgando el movimiento y adaptabilidad ; por ejemplo, los collares, que se
adaptan al torso sin rigideces, por especie de trapecios que sostienen a las
piezas de madera.
Pero mi expectativa principal es que quién visite la
exposición tenga un disfrute sensorial con el diseño, los colores y el
movimiento. Tal vez para cuando se publique esta entrevista, haya tiempo para
verla, ya que según los organizadores, estará abierta hasta finales de Mayo.
Bienvenidos!
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Entrevista realizada por Hadasa Noguera y Andreína Rodríguez Seijas para Elementum Joya