martes, 5 de diciembre de 2017

AJF ---> Lanzando piedras a casas de cristal: Sobre crítica, historia del arte y discurso crítico


Lanzando piedras a casas de cristal: 
Sobre crítica, historia del arte y discurso crítico

Critica N°3

Como parte de una nueva alianza con KLIMT02, este artículo ha sido publicado en su sitio web bajo la etiqueta 'the AJF feed'. Tres artículos más sobre el tema de la criticidad están siendo publicados este verano bajo este paraguas de colaboraciones (Por favor eche un vistazo a los dos primeros, escritos por Moyra Elliott y Clare Finin).
—Benjamin Lignel


     La crítica es una clase de historia del arte realizada sobre objetos nuevos o recientes. Implica juicio, pero sin el beneficio de la retrospección. La crítica es diferente a la historia del arte, que no está tan preocupada por el juicio. La historia del arte, en cambio, explora la relación de los objetos entre sí, con la historia y con diversos aspectos de la sociedad. La historia del arte no tiene que hacer los mismos juicios que la crítica - se puede hacer una gran historia del arte sobre objetos realmente terribles y nunca tener que decir que son buenos, exitosos o importantes.

     No necesariamente pienso que el crítico debe tener que exponer sus criterios, pero las razones de sus juicios deben quedar claras en la crítica. Esto es para que el lector pueda entender por qué el crítico ha llegado a ciertas conclusiones y determinar si estos juicios y conclusiones son válidos para ellos.

     El discurso crítico es un tipo de enfoque, que puede encontrarse en la crítica y en la historia del arte. Es una decisión de comprometerse activamente con las herramientas que estas empleando y las discusiones de las que eres parte. Es una disposición a hacer preguntas y no asumir nada. El discurso es el flujo de ideas, conversaciones, prácticas y objetos que hacen posible la joyería contemporánea. El discurso crítico es una actitud hacia los diferentes aspectos que conforman el ecosistema contemporáneo de la joyería: hacer, escribir, exhibir, vender, etc.

     Creo que el discurso crítico es responsabilidad de todos los involucrados con la joyería contemporánea. Pienso que todos contribuimos con él y lo creamos, pero también es diferente para cada uno de nosotros. Un creador que construye un discurso crítico en su práctica hará algo diferente a un historiador del arte que también trata de hilar un discurso.

      El discurso crítico implica una actitud de alerta y de cuestionamiento de los términos que empleas, y de las formas en que se analizas o construyen los objetos en tu texto. Aquí hay un ejemplo de lo que quiero decir. En Patterns of Intention[1], Michael Baxandall hace un llamado de atención a la manera perezosa en que muchos historiadores del arte hablan de la "influencia". Como él lo expresa, el uso de este término generalmente da como resultado un "prejuicio gramatical erróneo sobre quién es el agente y quién el paciente: parece invertir la relación activo / pasivo entre lo que el actor histórico experimenta y lo que el observador inferencial deseará tomar en cuenta.'

     Cuando se dice que el joyero francés René Lalique influenció en la joyería del estadounidense Emiko Oye (que traduce joyas históricas de Lalique y otros en collares de Lego), pareciera que Lalique está haciendo todo el trabajo. En cambio, es Oye quien es el activo, interpretando los objetos y legados anteriores de Lalique en algo que se adapta a sus necesidades contemporáneas. Como concluye Baxandall, "pensar en términos de influencia embota el pensamiento empobreciendo los medios de diferenciación." La herramienta (la idea de influencia) se interpone realmente en el camino del análisis que se supone crea.

     He aquí otro ejemplo. En el prefacio de su libro Image of the People[2], un estudio sobre Gustave Courbet y la revolución de 1848 en Francia, T.J. Clark escribe que no quiere hablar del arte como un "reflejo" de la ideología, las relaciones sociales o la historia. Él no quiere pensar en la historia como un "fondo" para la obra de arte, casi siempre sin importancia y de vez en cuando traída a un primer plano. Tampoco quiere suponer que la comunidad artística (la vanguardia) es necesariamente el punto de referencia del artista. También se niega a las analogías intuitivas entre la forma y el contenido ideológico, como si la falta de un enfoque compositivo firme fuera sinónimo de igualitarismo, o la composición fragmentada es igual a la alienación humana en la sociedad industrial.


¿Qué es lo que quiere el autor? "Quiero descubrir qué transacciones concretas se ocultan detrás de la imagen mecánica de la" reflexión”, saber cómo" fondo "se convierte en primer plano "; en lugar de la analogía entre forma y contenido, descubrir la red de relaciones reales y complejas entre ambas. Estas mediaciones están históricamente formadas e históricamente alteradas; en el caso de cada artista, cada obra de arte, es históricamente específica”.
Clark quiere una historia del arte que siga buscando relaciones activas entre sus términos, negándose a permitir que se tome algo por sentado. Los objetos, ya sean pinturas francesas o joyas americanas, no son expresiones de relaciones sociales, políticas o culturales, sino que activamente forman y construyen estas relaciones. Como el antropólogo Nicholas Thomas lo dice en Possessions: Indigenous Art/Colonial Culture[3], “El arte no es un instrumento, sino el campo de batalla en la que la obra de arte, el discurso crítico, las instituciones y los mercados a menudo se sienten incómodas con las proclamas de las otras”.

¿Qué significa todo esto para nosotros como un grupo de escritores que trabajan sobre joyería contemporánea? Debemos ser dinámicos en cómo interrogamos la joyería contemporánea. Debemos ser agudos y vigilantes en los términos que usamos y las formas en que los empleamos. Debemos tratar de lograr una ágil y sofisticada red de relaciones alrededor de los objetos de joyería contemporánea que son nuestro tema.

¿Con qué frecuencia hemos mencionado conceptos como 'el cuerpo' o 'usabilidad' o 'funcionalidad', sin pensar activamente en lo que significan, su historia y las agendas que sirven? ¿Con qué frecuencia hemos utilizado el término contexto y, por lo tanto, no pensamos en nada aparte de lo obvio, como lo que el joyero quería decir, o cómo este objeto particular encaja con otros en la categoría de joyas contemporáneas? ¿Cuántas veces hemos sido perezosos en nuestra descripción de los objetos de los que estamos hablando y casuales en nuestra búsqueda de discursos similares para sus diversos efectos y cualidades materiales? ¿Con qué frecuencia hemos importado términos o modos analíticos de la historia del arte sin considerar su idoneidad para objetos artesanales como las joyas contemporáneas?

Al final, si bien el discurso crítico tiene muchas formas diferentes, creo que comparte un sentido en el que nada debe darse por sentado. El discurso crítico sabe que mientras que la joyería contemporánea es apenas un juego, éste debe ser jugado como si el resultado realmente importara.

[1] Michael Baxandall, Patterns of Intention (New Haven, CT: Yale University Press, 1987).
[2] T.J. Clark, Image of the People (1973; repr. London: Thames & Hudson, 1982).
[3] Nicholas Thomas, Possessions: Indigenous Art/Colonial Culture (London: Thames & Hudson, 1999).

Damian Skinner es un historiador de arte de Aotearoa, Nueva Zelanda, y curador de Arte Aplicado y Diseño en el Museo de Auckland.


Traducción: H.N
Gracias Barbara Magana por las correcciones de estilo.

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